sábado, febrero 23, 2008

La ViÑa MiRa Al MoNtE

Empujados por las consecuencias del cambio climático o de cultivo, las bodegas plantan en cotas más altas en busca de frescura y acidez para garantizar la longevidad de los vinos.


¿Cómo afecta el cambio climático al viñedo? Este fin de semana se celebra en Barcelona un congreso mundial sobre el tema con intervención por videoconferencia del premio Nobel Al Gore para responder a estas preguntas. En casa, varias bodegas ya han movido ficha para hacer frente a los cambios en la maduración del viñedo o a evidencias que rompen tópicos como la alta graduación de los vinos de La Riojas Baja y la escasa de los de la Alta: alcanzar los 14 grados en Alfaro es hoy tan común como en los pueblos más frescos de La Rioja Alta.

El trabajo con variedades minoritarias, el rescate de material genético y la 'colonización' de zonas más altas y frescas son algunos de los pasos que ya se están dando. La familia Vivanco ha hecho de Tudelilla una de sus bases de operaciones. Allí plantaron hace tres años una finca de 30 hectáreas por encima de los 700 metros, junto a los pies de la Sierra de Carbonera, la cota más alta de cultivo en Rioja en la actualidad: «Es un lugar de encinas, muy alejado de los demás núcleos de viñedo», explica Rafael Vivanco. «En La Rioja Baja la altitud es una característica perfecta, porque las condiciones térmicas y la exposición solar permiten una maduración completa y el riesgo de lluvias a final de vendimia es mucho menor que en la subzona Alta».

Lo que se persigue es obtener vinos con mayor acidez -principal garantía de longevidad- y complejidad. Vivanco ha completado además otra finca de 30 hectáreas en las inmediaciones, a 650 metros de altitud: «Tenemos tempranillos, garnacha, graciano y también uvas blancas, entre ellas las foráneas ya autorizadas, porque estamos convencidos de que estos suelos y la situación geográfica nos darán una acidez y frescura ideal para vinos de gran calidad», señala Rafael.


A.GIL -domingo,17/02/08